martes, 9 de enero de 2018

Canal de Youtube

Que las modas son cada vez más efímeras es una obviedad tan grande que no merecería ni tan siquiera ser el inicio de esta entrada, aunque ya que esta sentencia me ha reclamado a gritos iniciar este párrafo, tiremos del hilo sobre esa afirmación. Si pensamos en la vida cotidiana, esa brevedad puede hacer referencia a algunos años, incluso décadas. Un cantante puede mantenerse en los puestos más altos de las listas de ventas durante tres o cuatro años, una marca de ropa puede ser el no va más cerca de una década, una serie televisiva puede tenernos enganchados algún que otro lustro… Pero si pasamos al campo virtual o tecnológico la duración de las modas puede ser infinitesimal. Modelos de móvil que hace pocos meses eran la pera limonera y ahora son poco menos que basura y requieren renovación inmediata, redes sociales que hace nada tenían millones de usuarios conectados casi todo el día y que han quedado relegadas para uso y disfrute de cuatro felinos nostálgicos, aplicaciones que en pocas semanas han recibido millones de descargas y que en menos que canta un gallo serán borradas de los dispositivos que tan buen recibimiento le dieron al principio,… El pan nuestro de cada día.
Fiel ejemplo de lo expuesto arriba son los blogs virtuales. Recordará mi amable lector que hace pocos años era raro el internauta que no dispusiera de uno de estos rincones, algunos de ellos ciertamente interesantes, otros en los que básicamente el usuario nos contaba lo que iba a comer ese día y a qué hora se iba a dormir. Había de todo, como en botica. Sin embargo, hoy en día los escasos usuarios que intentamos mantener a flote uno de estos entrañables lugares nos podemos contar con los dedos de una mano. Nos hemos visto engullidos por plataformas de fotos y vídeos, siempre más sencillas de visitar y que no requieren ese esfuerzo sobrehumano en que, parece ser, se ha convertido hoy en día el hecho de leer.
Mas, si bien un servidor no pretende renunciar a proseguir algún tiempo más con esta odisea literaria, no sería sensato por mi parte cegarme ante la evidencia del éxito de una plataforma como Youtube y, todo sea dicho, ante las múltiples posibilidades que nos puede ofrecer. Y para demostrar que los feos también podemos dar la cara en este portal de vídeos (con más o menos éxito, el tiempo hablará), quien les escribe ha decidido embarcarse en un nuevo proyecto y crear un canal de pequeños vídeos divulgativos.
En este caso no es mi intención exponer opiniones ni críticas similares a las que suelo plasmar en estas líneas, creo que no quedarían demasiado bien expuestas oralmente con ese lenguaje algo retorcido que me gusta para la transmisión escrita, pero no para la oral. En dicho canal es mi deseo dedicarme a mi otra gran afición junto a la escritura: las matemáticas (quizá situadas un escalón por encima de la primera por aquello de que son las que me dan de comer). Mas no pretende ser una serie de vídeos explicativos de los contenidos de los diferentes cursos en lo que a esta materia se refiere; ya hay varios canales dedicados a eso y, sinceramente, no tengo ahora mismo tanto interés en realizar en mi tiempo libre lo mismo que hago seis horas al día en mi tiempo laboral. La idea es más bien hacer un pequeño acercamiento a la historia de las matemáticas, trasmitir a mis visualizadores algunas curiosidades y anécdotas de dicha ciencia y de los propios matemáticos en un intento desesperado por lograr arrancar a mi querida especialidad esa eterna etiqueta de materia fea, fría y aburrida.
Así pues, queda presentado con esta entrada el canal “Cuando pi encontró a x”, nombre con el que he bautizado a esta serie visual y a la cual podéis acceder pinchando aquí. Queda, pues, estimado lector, la opción de ojear dicho canal a tu libre albedrío, no seré yo quien coaccione a nadie para hacerlo, aunque no olvides, fiel navegante, que, si bien no tengo intención de lucrarme con dichos vídeos, en ocasiones el saber que el trabajo personal es contemplado y disfrutado por demás personas es más valioso y satisfactorio que ese poderoso caballero que es don dinero.